Cuando hablamos del precio de la luz, solemos fijarnos únicamente en el coste del kWh que aparece en la factura. Sin embargo, ese valor no cuenta toda la historia. El mercado eléctrico español —publicado cada día por OMIE, REE/ESIOS y supervisado por la CNMC— refleja el precio de la energía en términos puramente económicos, pero deja fuera un componente decisivo: el impacto ambiental y social asociado a cada kilovatio producido.
Por eso, cada vez más expertos señalan que el precio de mercado no representa el “coste real” de la electricidad, especialmente cuando se compara la energía renovable con la energía generada mediante combustibles fósiles.
El concepto de “kilovatio verde” nace precisamente para traducir estas diferencias. No se trata solo de cuánto cuesta generar electricidad, sino de cuánto cuesta para la sociedad en términos de CO₂, salud, dependencia energética y sostenibilidad.
Más allá del precio: cómo se calcula el coste real de la energía
El mercado mayorista fija cada día el valor del kWh en función de oferta y demanda. Pero este precio ignora dos elementos clave:
- Las emisiones asociadas a cada tecnología. La electricidad generada con gas o carbón emite CO₂ y otros contaminantes. Las fuentes renovables no.
- El ahorro social derivado de evitar esas emisiones. Menos contaminación significa menos impacto sanitario, menos importación de combustibles y mayor estabilidad económica.
Para medir el “coste verde”, distintos estudios combinan datos oficiales de REE/ESIOS, CNMC, MITECO e IDAE y traducen la generación eléctrica en indicadores comprensibles: €/kg de CO₂ evitado, ahorro social estimado y coste real del kWh renovable frente al fósil.
Este enfoque permite evaluar con más precisión qué tecnologías son verdaderamente más baratas para la sociedad.
Renovables vs. fósiles: la brecha entre precio y coste real
Los análisis anuales muestran una tendencia constante:
- El kWh renovable suele tener un coste real inferior al del kWh de origen fósil.
- La energía limpia genera menos costes indirectos porque evita emisiones, estabiliza precios y reduce la dependencia del gas.
- En términos sociales y ambientales, el ahorro es significativo, incluso en años de alta volatilidad del mercado.
Cuando se incorpora el impacto ambiental, las renovables no solo compiten en precio, sino que lo superan ampliamente. La diferencia entre el precio de mercado y el coste real explica por qué países con más peso renovable son más estables ante crisis energéticas o picos de demanda.
¿Qué significa esto para los hogares?
Traducir el coste del kilovatio verde a impacto real permite entender qué gana un hogar cuando aumenta la cuota de energía renovable en el sistema:
Ahorro directo e indirecto
Aunque el precio del mercado pueda subir o bajar, un sistema con más renovables reduce el riesgo de volatilidad. Esto puede influir en decisiones domésticas, como escoger tarifas de luz más estables, que protegen al consumidor de cambios repentinos en el mercado.
Reducción de emisiones
Con un mix más renovable, cada hogar reduce automáticamente su huella de carbono sin necesidad de cambiar hábitos.
Modelos anuales muestran que una vivienda media puede evitar decenas de kilos de CO₂ al año solo gracias a la mayor presencia de energía verde en la red.
Ahorro social
La reducción de contaminación, los menores costes sanitarios y la disminución de dependencia del gas repercuten en un menor coste global para el país. Esto se traduce, indirectamente, en estabilidad económica y menores riesgos energéticos para todos.
Tendencias anuales: un sistema cada vez más verde
Los últimos datos confirman que la generación renovable sigue creciendo en España. La participación de energía eólica y solar ha aumentado significativamente, mientras que la generación fósil disminuye su peso, especialmente en momentos de alta producción renovable.
Este desplazamiento modifica tanto el precio como el impacto ambiental del sistema eléctrico. Cuando las renovables cubren una mayor parte de la demanda, las emisiones por kWh caen y el coste real del sistema se acerca más al coste económico.
El futuro del kilovatio verde: más datos, más transparencia, más impacto
Los informes que analizan el coste real del kilovatio verde cumplen un papel fundamental: ayudan a la ciudadanía, a los comparadores y a los medios a interpretar correctamente los datos del mercado eléctrico.
En un escenario donde la transición energética será cada vez más rápida, comprender esta diferencia entre precio y coste real permitirá tomar decisiones más informadas, impulsar políticas más eficaces y acelerar la electrificación sostenible.
El kWh del futuro no se medirá solo en euros, sino también en impacto social y ambiental. Y esa visión más completa es la que marcará la transformación energética de los próximos años.

