Entre las afecciones más habituales de la tercera edad están los problemas relacionados con los huesos y el corazón. Los dolores de espalda, de rodillas, la tensión arterial alta o el exceso de colesterol son algunos de los inconvenientes con los que es común lidiar a partir de cierta edad. En esta etapa de la vida, entonces, es importante apostar por un envejecimiento saludable a través de unas rutinas apropiadas relacionadas con el cuidado de la salud mental, la práctica moderada de ejercicio y, por supuesto, la alimentación.
Son muchos los nutrientes necesarios para atravesar los caminos de la tercera edad con el bienestar óptimo. Entre ellos, hay que asegurarse de obtener los niveles adecuados de vitamina B12, magnesio, calcio, vitamina D3 o vitamina K2. En esta ocasión, hablaremos de qué pueden hacer las vitaminas D3 y K2 por las personas mayores.
Vitamina D3 para el Cuidado de los Huesos
La vitamina D3 es uno de los nutrientes indispensables en todas las etapas vitales, aunque especialmente en la tercera edad. Esta vitamina que puede obtenerse del sol, pero también de ciertos alimentos y de complementos alimenticios, se enfoca en el mantenimiento de la salud de los huesos y dientes, dado que promueve la absorción del calcio. Esta cualidad está avalada por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y ampliada por varios estudios.
Por ejemplo, la Fundación Internacional de la Artrosis afirma que la deficiencia de vitamina D es uno de los factores que aceleran la osteoporosis. Y es que el déficit de este nutriente está relacionado con una menor densidad ósea y, por ende, un mayor riesgo de caídas, de acuerdo con esta fundación. Además, disponer de unos niveles óptimos de vitamina D acelera la curación de las fracturas.
Vitamina K2 para el Corazón en la Tercera Edad
A partir de los 65 años, las personas son más propensas a sufrir un ataque al corazón. Está claro que el proceso de envejecimiento afecta a todos los órganos, ralentizando y desmejorando sus funciones, y el corazón no iba a ser menos. En edades avanzadas, también hay un mayor riesgo de padecer tensión alta, lo que puede derivar en enfermedades cardiovasculares.
Para mantener un corazón saludable, la vitamina K2 es una de las grandes aliadas. Este nutriente contribuye a la coagulación sanguínea normal, según la EFSA, al prevenir la calcificación de los vasos sanguíneos. Si la función de la vitamina D3 es favorecer la absorción del calcio, la misión de la vitamina K2 es redirigir este mineral a los rincones del organismo donde es preciso. Al impedir que el calcio quede atascado en las arterias, esta vitamina puede prevenir las enfermedades cardiacas.
El Binomio de Oro en Edades Avanzadas
Juntas, la Vitamina d3 y k2 resultan muy poderosas y efectivas para el cuidado de la salud en personas mayores. Al combinar sus funciones, la salud ósea y cardiovascular están respaldadas por un binomio de oro que, verdaderamente, va a contribuir a que este grupo de población disfrute de su edad dorada de la manera más saludable posible.